viernes, 29 de enero de 2010

Racista ¿yo?


Uno de los temas más fuertes que me ha sacudido personalmente en estos cinco meses es el del racismo... Alguna vez escribí sobre el shock que fue llegar por primera vez a un aeropuerto, rodeada y observada por gente de distinto color al mío.

Yo siempre he deseado ir a África, y siempre me he considerado 'incluyente' y sin prejuicios hacia colores, culturas, posiciones económicas o sociales; de alguna manera este sentir siempre había sido vigente en mi país... Pero salir de ahí me hizo ver un poco más allá. Llegar acá y sentirme 'distinta' por no decir menos. Sentir miradas y querer salir corriendo. Observar con asombro los colores, los tonos, oler los nuevos olores... y todo ha sido un proceso. Ahora me siento igual; soy consciente de que soy igual.

Pero la cosa es que tengo meses pensando todos los días sobre el racismo en mi país, en mi cultura, en mi gente... He hecho miles de reflexiones, me he cuestionado, he preguntado y me sigue brincando.

Es que creo que después de ponerle la atención que le he puesto, llego a la conclusión de que ser racistas es la cosa más absurda e injusta que podemos ser.

Yo me pregunto, ¿de dónde viene? ¿Sabemos siquiera por qué es que usamos la palabra NEGRO, INDIO, CHINO (y muchas más) en tono despectivo? ¿Estamos conscientes del juicio injusto y déspota que hacemos al hablar?

Vivir acá me ha hecho toparme con seres humanos. Con gente llena de valores, gente que ama, gente que vive en plenitud, gente que vive agradecida, seres humanos que viven DIGNAMENTE y que 'si a esas vamos' son un ejemplo para muchos blancos que conozco. No quiero tampoco satanizar o decir que son dioses... hay de todo... simplemente HAY DE TODO.

Entonces ¿qué? muchos amigos y familiares me dicen lo contentos que están de que ande acá, y me apoyan -lo cual agradezco infinitamente cada mañana... felices de que vaya a ayudar, pero dejando claro: nomás no te vayas casando con un negro... Y quisiera preguntar: ¿por qué? ¿qué razón con fundamento tenemos para atrevernos a odiar o despreciar algo que no conocemos? Sé que muchos lo dicen de broma y no estoy reclamando nada, solo quiero que quede claro, que la broma viene de algo mucho muy profundo.


Entonces ¿qué? Observo los colores, los miles de tonos y recuerdo que en mi país hay mil tonos más oscuros que acá... y acá hay gente de tez clara... pero de raza negra... Entonces ¿qué?

¿Dónde empieza la ayuda y dónde acaba el prejuicio? Realmente nos sentimos tan superiores que decimos 'ay pobrecitos, hay que ayudarlos...'. Si es así: ¡qué jodidos estamos!


Duele descubrir prejuicios heredados (caducados ya, pero que nos empeñamos en continuar). Esas cosas que están, simplemente porque están... y ya. Duele.

Creemos que es un tema del pasado... que los tiempos cambian y que la globalización hace su parte para abrir nuestras fronteras mentales... pero todavía nos falta mucho camino por recorrer...

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