martes, 23 de marzo de 2010

La llegada…

19 de marzo de 2010

Por dónde empezar..!? Creo que lo justo es describir un poco mi llegada; luego de ahí vemos…
Llegué a África pisando primero y por un par de horas tierra Keniana… sólo estuve en el aeropuerto de Nairobi para cambiar de avión… pero aquello ya era una nueva experiencia…! Me encantó. La llegada a Maputo (capital de Mozambique) luego de un vuelo de cuatro horas fue única.
Llegué a un aeropuerto pequeño, amontonado y sin pié ni cabeza… me encantó. Había cuatro filas donde claramente decía el letrero quién debía formarse en cada una: extranjeros visitantes, extranjeros residentes, Mozambicanos y Diplomáticos. La gente se cambiaba de una fila a otra, vi pasar gente que ni siquiera se detuvo con el oficial de migración y entró al país así nada más… Tardamos más de hora y media y sólo había cinco personas frente a nosotros… el trámite fue rápido y en un abrir y cerrar de ojos y maletas, estábamos en Mozambique.
Saliendo del aeropuerto un hombre vino a preguntarnos nuestro destino… la aventura empezaba: nuevo país, nuevo idioma, nuevos tiempos y espacios. Así pues a medio portugués nos hicimos entender y algo decía de que cambiaríamos carro por no sé qué… nos trepamos a su van de un hotel y nos encaminamos en aquellas calles derruidas y arenosas de Maputo. La arquitectura me recordó mucho a México… casas coloniales, calles amplias, Catedral frente a las oficinas del Ayuntamiento… bonito, pero respiraba dolor y olvido… cenizas de guerra.
Cuando llegamos al hotel del mismo logo de su van, nos hizo salir de la van y bajar nuestras cosas… ahora cambiábamos a su auto particular… resultó que su turno había terminado y nos llevaría él en su carro para ganarse unos Meticales (la moneda mozambicana) extras. Era un tipo de lo más agradable, nos platicaba sobre su familia, sobre la ciudad de Maputo y lo orgulloso que estaba del crecimiento de la misma. Hicimos las preguntas básicas, de quien llega a un lugar donde NO TIENE IDEA de lo que le espera.
Así pues llegamos a la casa de Machava (una comunidad cercana a Maputo, donde están las oficinas de la organización), ahí viven algunos voluntarios y es el punto de partida y llegada de TODOS. El que llega pasa por ahí… y el que va de salida también.
Estuvimos ahí dos días, en los que conocimos los alrededores caminando. Fuimos de ‘ride’ a Matola, una ciudad con Supermercado, que me hizo caer en la cuenta que vivir en una isla seis meses, hace que te olvides de muchas cosas…! Ahí redescubrí frutas, tipos de queso, verduras, chocolates…! Tenía TODO…
La mañana del martes 2 de Marzo, tomamos una ‘Chapa’ rumbo a Inhambane (que está aprox a 420kms de Maputo), donde la segunda parte de la aventura comenzaba….
Todos me dijeron que el camino sería largo, lento y tedioso… sinceramente iba preparada para esperar… y qué bueno. El camión hizo nueve horas… se descompuso tres veces, se detuvo otras 20… el tiempo acá nunca figuró. Nos hicimos amigos con todo el camión, ya era como una especie de vecindad, donde todos sabíamos todo de todos… especialmente de los blancos (tzungus), que eran la novedad. En esas nueve horas vi de todo… algo que me impresionó, fue que en cada parada: se aproximaban decenas de vendedores ambulantes de todas las edades a las ventanas de la ‘Chapa’ a vendernos prácticamente de TODO… había desde plátanos, castañas, verduras, refrescos, hasta joyería, cuchillos, ropa… TODO… niños, jóvenes, mujeres con niños colgados de sus capulanas (aquél ‘rebozo’ africano que usan las mujeres como falda, manta, cargan a sus niños y se sientan encima de él… todas las mujeres mozambicanas traen capulana –y son BELLISIMAS!!).
Llegamos a Inhambane. Es una provincia en península… algo así como la de Yucatán, aunque con algunas diferencias…! La ciudad capital es Inhambane y personalmente: me encanta! Es como una especie de pueblo entre colonial con vistas preciosas y mucha vegetación. Tenemos varios puertos, el más grande es a Maxixe, una ciudad económicamente creciente a la que se llega en un mini ferry, y que pertenece a la masa grande del país.
Mi ahora jefe nos estaba esperando y nos trajo a Chamane, la comunidad donde vivo. Aquí están las instalaciones del proyecto. Estamos a 10 minutos de Inhambane (capital). Aquí en Chamane tenemos dos tienditas con TODO lo esencial, una iglesia católica y varias de otras ramas cristianas… y una más tradicional, de tambores que suenan cada tercer día por las noches.
Vivo en una casa bastante bien acondicionada, con luz eléctrica (que se va varias veces por día… aquí la electricidad es de prepago, como los celulares…!). Un baño a 20 mts de la casa con agua entubada (que también se va varias veces al día…), un refrigerador y una estufita de gas que nos saca del apuro. Vivo con otras cuatro voluntarias por ahora. Mi compañera (brasileña) de cuarto desde San Vicente (que por bendición sigue siéndolo), una doña austriaca y una chica de Holanda que se van en dos semanas y una alemana que se queda por seis meses, y está en el proyecto de Escuela de Profesores del Futuro (donde formamos maestros para las comunidades).
Como bastante bien, estoy feliz y con mucho ánimo de comenzar este nuevo episodio. No he tomado fotos porque así me ha parecido bien. Ya que logre desempacar mi cámara les comparto un poco más de este mundo.
Por ahora les abrazo y les deseo mucha Vida.

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