Podría enlistar un sinfín de razones para justificar mi prolongada ausencia… podría decirles cómo los cambios geográficos, culturales, los viajes, los cansancios todos, las despedidas y las bienvenidas me atropellaron, podría tal vez decirles que no tuve acceso a internet, que no tuve tiempo, que no tuve ganas…. Hay algo de verdad en cada una de las miles de razones… y no pretendo encontrar una excusa… pues este silencio habla más de lo que yo pudiera haber redactado.
Salir de África, silencio. Llegar a Europa, al mundo, al movimiento y la prisa… silencio. Viajar de nuevo al Caribe, lugar que me vio nacer en esta experiencia hace ya año y medio… Silencio. Planear mi futuro, el ¿qué sigue?, ¿a dónde?, ¿cómo?... silencio…
Ahora, gracias a los vientos, a la lluvia fresca de Caribe, a las mañanas soleadas a esta arena y este Sol (no es por antojar, tengo que decir la neta…) todo empieza a fluir… gracias a la Luna, que silenciosa como yo me ha escuchado, me ha acariciado, y me ha sostenido en sus brazos de Madre, todo empieza a tener color. Y gracias a eso, puedo retomar las palabras que hace casi un mes se había despedido de mí; y convertidas en malestares, euforias, preguntas, lágrimas, noches en vela, subidas pesadas, bajaditas alegres… me habían dejado calladita.
Así con voz de nuevo, les puedo contar… Sería mentira escribir sobre lo que África fue, o intentar responder aquellas típicas preguntas…que no juzgo sino entiendo, pero que son casi imposibles de responder. ¿qué aprendiste? ¿Cómo te fue? ¿Cómo es allá, está igual de mal como en las películas? ¿qué comías? ¿era lo que esperabas? ¿Valió la pena el sufrimiento? (…??)
Tendría que responder de igual manera con otras muchas preguntas, como… ‘¿qué aprendiste en el último año?’… difícil de poner en palabras ¿no?
Pero lo que sí les puedo contar, es que este tiempo en San Vicente de ha devuelto el habla; me ha ayudado a poner en claro que África quedó en mi corazón, que se convirtió en una parte fundamental de mi Vida, que llevo a Mamá África a donde voy, y que a pesar de los años, seguirá enseñándome… que agradezco a la Vida, al Viento y a todas las personas que directa o indirectamente me ayudaron, me apoyaron, me cuestionaron, dudaron de mí, me empujaron, para vivir esta experiencia… que al final del día, ha sido una experiencia maravillosa, y de todos nosotros. Así papás, carnal, amigas y amigos, familia… GRACIAS, porque una vez más hicimos juntos mucha Vida. De aquí ‘pa alla’ y de ‘allá pa acá’…
También les puedo contar que este tiempo acá sirve como puente… no me imagino llegando a México directo de África-Europa sin parar a respirar… este tiempo, no sólo me ha servido para ponerme al tanto de lo que ocurre en ‘el mundo de afuera’, llámese chismes, música, noticias, cambios, modas, ¡futbol!… sino para ver lo que ocurre en ‘mi mundo de dentro’, para ver ‘qué sigue’ en mi Vida y para ponerle acción. Es difícil salir del monte después de un año de aislamiento e intentar entrar en la avalancha normal, en el diario vivir…
Así pues, en esas ando… meditando, respirando, calmando mi corazón, preparándolo para la nueva aventura, tomando decisiones tan difíciles como necesarias, amando a los míos como nunca, apostándole a la Vida, que es corta, responsabilizándome de mi libertad y buscando… siempre buscando…
Un abrazo de corazón para todos, reportándome ‘vivita y coleando’… y mucha paz desde mi corazón revolcado de Vida.
escribes tremendamente bien... tus letras inspiran.... mucho exito en la busqueda!
ResponderEliminarQuerida Elizabeth, hermosa tu "partilhada". Me preguntaba como estarias y me lamento no haber podido darte un abrazo antes de partir. Estaba en Dakar, Senegal. También yo estoy en cuenta regresiva. Llego a Argentina el 5 de Octubre y luego, Dios provera. Mi corazon es misionero y va por alli. Estamos juntos...! Un abrazo africano. Jorge
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