Duele crecer...

Duele crecer... fue como iniciamos la platica que duró más de ocho horas. Duele cambiar y duele caminar enfrentando...
Logramos hacer un alto cada una y reunirnos para compartir recuerdos y sonrisas que hacía ya unos años no veíamos. Fueron mágicas las carcajadas, las bromas, los consejos, las confesiones y los dolores... todo ahí, todas ahí. Un encuentro que al menos a mí me deja feliz, en paz, llena de fuerzas para retomar el camino que pinta lleno de colores y sabores extraordinarios.
Un encuentro de Vida, de Vidas tan maravillosas como distintas, pero con el toque único que nos hace hermanas del corazón, Vidas que respiran libertad y que prometen ajetreos, Vidas que sonrien y que comparten... amigas que siempre están aunque no seguido se vean. Voces que con unas letras esporádicas se refrescan, miradas que recuerdan tiempos fabulosos y que hoy ven más allá de lo marcado por una sociedad que se queda pequeña; sabores un poco más maduros que valoran lo poco y lo todo; Mujeres... todas maravillosas mujeres.
Nos hemos visto crecer, y aunque duela... -que sí duele, y mucho- vamos juntas, dando sentido a ese dolor, buscando y riendo, cada una por su lado, libre en su dimensión... abrazadas desde adentro, listas para levantar a la que se cae y, concientes de que en esto: los tiempos y las distancias, no figuran.
¡Gracias a cada una por SER y ESTAR! ¡Las quiero...!