Un gran amigo me contó una vez, que su mochila se reventó mientras caminaba en medio de la montaña. El joven indígena que lo acompañaba se tomó todo el tiempo del mundo para arreglarla. Mi amigo intentó apresurarlo diciéndole ‘no tiene que quedar perfecta… que sea algo provisional…’ a lo que el sabio muchacho respondió: ‘todo es provisional…’.
Llevo en mi corazón esa frase. En especial en estas tierras donde se vive al día, donde almacenar no existe… Donde todo es por ahora, todo es por el momento… donde todo es provisional.
Esto también me lleva a recordar que estoy de paso. Que estoy de paso… y que este paso es tan corto y único que no me puedo dar el lujo de sufrirlo. Estoy de paso, estoy de paso dando clases en la escuelita, estoy de paso en el proyecto, estoy de paso aquí en África… estoy de paso en esta Vida.
Estoy de paso… estamos todos de paso… y ¿qué puedo hacer para que este paso sea diferente? Tal vez comenzar con recordar que sola no puedo… con aprender algo nuevo… enseñar a un niño… apreciar cosas simples… abrazar… sonreír… dejar de quejarme, ser más positiva… Acompañar a los que la están pasando mal… recordar que ESTOY VIVA…!
Cuando pienso que estoy de paso, batallo menos para sonreír… me cuesta menos entregar mi corazón… me dan ganas de decir todo lo que siento, de abrirme… de aprovechar. Cuando recuerdo que estoy de paso, me doy tiempo a mí… comparto lo que tengo, abrazo fuerte… Cuando creo consciencia de que estoy de paso… muchas cosas pierden valor… y unas pocas –pero espesas, se llevan TODO el valor; amigos, familia, experiencias, identidad, libertad, amor…
Cuando pienso que estoy de paso, me dejo libre… me permito errar, me río de mí. Saber que estoy de paso me hace vivir con intensidad cada momento; me hace romper las cadenas de la rutina; me hace creer que si todos estamos de paso, probablemente todos podemos hacer que el paso de los otros sea mejor.
Hoy el mundo necesita que creemos consciencia de que estamos de PASO… Hoy África y Asia y América necesitan de nuestro paso firme, consciente y JUSTO. Estudios confirman que el mundo puede abastecer a 12 mil millones de humanos bajo una dieta de 2500 calorías… Eso es el doble de la población mundial actual. ¿Cómo es posible que la gente HOY se muera de hambre? Somos todos cómplices de esto… Víctimas latentes de un consumismo absurdo que sólo nos separa de nosotros mismos. El ser humano poco a poco va pasando a segundo plano… o a tercero. Y nos convertimos en esclavos del dinero, de las necesidades ilógicas creadas por un mercado que ya controla todos nuestros sentidos. Qué dolor. Cómo hacer para que REALMENTE tomemos una decisión en nuestras vidas, que optemos por la Vida, por los VIVOS y no por cosas muertas que nos van quitando identidad, libertad, tiempo…
Creo que la solución es que ‘nos caiga el veinte’ de que estamos de paso. Que tener y querer tener nos esclavizan… que de nada sirve que los ricos sean más ricos y los pobres sean más pobres… que esto perjudica nuestro viaje… el de TODOS. Creo que la solución es voltear a ver más hacia el hombre, hacia lo vivo… y no tanto a las cosas muertas. Son importantes, claro… pero no tan importantes como para que nos controlen.
Tal vez sea mucho pedir… muy probablemente mis ojos no lo verán, pues estoy de paso… pero procuro pensar que es posible, pues este paso es tan corto y único que no me puedo dar el lujo de sufrirlo…
Querida Elizabeth, hermosa la reflexion "Estoy de paso". Hace mucho bien saber que no somos imprescindibles, que estamos de paso... que todo pasa... en Mozambique, en Africa, en la vida...! Me gusto mucho. Un abrazo. Jorge
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